Sentí una especie de ansia viva cuando terminé Dune (Part One). Para mí fue un año duro en el sentido de que quería más y más y más. Quería terminar esta historia que para mí, es una opinión muy personal, es el origen de todas las sagas intergalácticas (me refiero a la novela de Frank Herbert). Eso que a estas alturas no me ha quedado muy claro todavía que cosa es la «especia».
La película es absolutamente impresionante. Es una de esas películas que salen sólo de vez en cuando, quizás una vez cada 5 años y que se merecen ser vistas en una pantalla de cine, cuanto más grande mejor y con un sonido realmente excelente (el más moderno tecnológicamente que puedas encontrar en tu zona). Si te tiemblan los asientos con el sonido mejor, más inmersivo. Es un verdadero espectáculo que desde Moulin Rouge (hace años ya, eh? ) no me había sorprendido tanto. A veces tanta estética magistral, tanta interpretación magistral, esos tonos de voz (hablo de la versión original, of course) me sobrepasan totalmente. El director ha hecho un trabajo excelente y el director de fotografía…buah!…es delicia pura. Cinematográficamente hablando dudo que haya algo mucho mejor en el universo hollywoodiano.
La estética de la película es excelente y distinta, algo que ya se notaba en la primera parte de esta saga (espero que trilogía) —desde las Bene Gesserit con sus velos hasta los guardaespaldas enmascarados en la arena con Feyd-Rautha. El diseño de vestuario y escenografía va un paso más allá del cine de ciencia ficción intergaláctico, ofreciéndonos una sensación de descubrimiento completamente única.
Las interpretaciones son magistrales. Para ser honrado hay unas mejores que otras pero las que destacan hacen que todas las demás suban también de categoría (cosa rara porque normalmente pasa al revés). Alguna sobreinterpretación pero que no canta, todo lo contrario, tiene sentido. Y Timothée Chalamet está inconmensurable. Lo de este chico no tiene nombre. Ya en «Call me by your name» me dejó con medio metro de lengua fuera. Es una bestia. No digo más. Ni si quiera me atrevo a hablar de esta última película en una review. Demasiado impactante para mí.
Sobre la trama no pienso decir nada. Es sobradamente conocida. Hay versiones ochenteras de la película que, comparadas con estas de Villeneuve, deberían sonrojar al mismísimo Orson Welles (ya se que los aficionados a crítico de cine me vais a fusilar … ). Si te gusta la ciencia ficción, si te gusta la fotografía, si te gusta la interpretación, si te gusta flipar durante más de dos horas no te la pierdas. Ahora está en streaming, pero deberías haberla visto en cines (shame on you!).
NOTA: Ya se que mi review no es muy técnica, ni me importa. Una buena noticia: Villeneuve, que en un principio nos iba a dejar con la miel en los labios para una tercera parte (The messiah), ya está trabajando en ella, así que si sigue esta misma línea de calidad os auguro otras dos horas – espero que más- de éxtasis el año que viene.
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